Controversial por su excentricidad e individualismo exacerbado, se consagro desde sus inicios por la madurez de su dibujo y la fineza de su trazo, que se vio enfatizado por la temática de sus piezas; escenas de su precoz vida sexual y autorretratos deformados y grotescos de sí mismo. Diferentes etapas de la vida del artista definen el personaje que hoy conocemos como José Luis Cuevas. El hecho de crecer rodeado de papel en la fábrica que su abuelo dirigía, lo llevo a enamorarse de este material, experimentando desde muy pequeño el ejercicio del dibujo, el cual, practicaba diariamente. Su madre, quien era una pintora amateur, lo incentivo a seguir con su pasión, llevándolo a los 14 años a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” donde Ingresa como alumno irregular. Un año después, una fiebre reumática lo obliga a abandonar sus estudios y a guardar cama durante dos años, tiempo en el que cultiva la lectura y el dibujo. Recuperado de salud, a los veinte años, tiene su primera exposición individual en la Galería Prisse, la cual llamo la atención de la crítica y los coleccionistas entre los que destacaron Alvar Carrillo Gil y José Gómez Sicré. Uno de los momentos más icónicos de la carrera de Cuevas fue el Mural Efímero, nombre que satiriza las pretensiones del movimiento muralista mexicano. Dicho happening aconteció en una de las colonias populares y concurrida de la Ciudad de México, que fue bautizada por él con el nombre de “Zona Rosa”, que en su apogeo fue punto neurálgico de la vida intelectual y artística del país, comparado con el Soho Neoyorquino o el Montparnasse de París. Cuevas forma parte del movimiento artístico denominado “La Ruptura” que durante los años cincuenta constituyo el grupo contrahegemónico de artistas mexicanos y extranjeros asentados en nuestro país. La generación de la ruptura se caracterizó por generar un abrupto cambio en los valores estéticos de las desgastadas convenciones de la Escuela Mexicana de Pintura, de la cual formaba parte los muralistas mexicanos de la época; los cuales habían definido las estructuras estéticas desde el inicio de la revolución mexicana en 1910. La Ruptura propone valores estéticos cosmopolitas, apolíticos y abstractos, que buscan la expansión temática y un estilo que rebase los límites nacionalistas establecidos por el muralismo. Actualmente José Luis Cuevas tiene 85 años, vive en la Ciudad de México y sigue dibujando. Tiene un museo en el centro histórico de la misma ciudad, el cual lleva su nombre. Su obra forma parte de las colecciones más importantes del mundo, entre las que destacan la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo Solomon R. Guggenheim, Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, entre muchos otros. Su papel en el arte mexicano ha sido reconocido por el Sistema Nacional de Creadores de México el cual lo designo como Creador Emérito.